martes, 18 de agosto de 2009

"A la sombra de la Gloria"

Maurice Duclos 2º a la izquierda



Capitulo

En 1945 Maurice Duclos, renuncia a su carrera militar, y con el pecho lleno de medallas se radicó, en Argentina, quizás influenciados por las anegdotas escuchadas de labios de su gran amigo Antoine de Exuperì

Codecoraciones recibidas:

Medalla de Honor a la Legión Extranjera.
Medalla de la Liberación de Francia.
Cruz de Guerra.
Cruz de Combatientes Voluntarios
Medalla del Imperio Británico.
Cruz de Guerra de Noruega
Medalla de Servicio Voluntarios de Francia.

En Argentina, los excombatientes franceses siempre lo tuvieron como ejemplo, agregando a esta lista varias condecoraciones más.
_Así llegué a tu país, no podía entender el por qué de la comida y el pan deshechado en los botes de basura,cuando toda Europa moría de hambre.
Comencé a trabajar en una Compañía Francesa que hacia caños de cemento y estaba ubicada en la Capital Federal (Buenos Aires). Allí conocí a Pucho, mi actual mujer, era una joven , morena y pequeñita, claro, comparada con mi estatura. Decidimos terminar juntos nuestros días. Ella representa en mi vida ese amor, cálido, tranquilo, sin apremios.¡Ay nenà! ustedes no entenderán nunca lo que es vivir en la incertidumbre o que nos depara el nuevo día. Aquí soy dueño de mi tiempo camino,duermo, rió a mi antojo, sin temor a las bombas, al olor a pólvora, a la muerte.
Para poder casarme nuevamente por Iglesia y a pesar de tener la documentación que aseveraba la desaparición de mi esposa e hijo , pedí permiso al Vaticano, quien después de varios meses, me autorizó, previo pago en dolares, por supuesto.
Descubrí Longcamps, un pueblito escondido en el gran Buenos Aires, allí levante mi hogar,¡Era tan parecido a mi campiña!...Volví a ser feliz...
Ahora crío perros de raza, me entretengo con la apicultura y cuando saco los panales de miel. El zumbido de las abejas me traen a la memoria a aquella jovencita de mi adolescencia, cuando me creía Don Quijote venciendo a los molinos de viento.Duclos sacó un pañuelo del bolsillo izquierdo de su pantalón y secò sus lágrimas, después continuó con el relato, Sigo amando la música y en mis ratos libres, injerto rosales, mira que maravilla, con fina galanteria , corto una de las rosas, la besó y la colocó en mis manos.......................

Lydia Raquel Pistagnesi "A la sombra de la Gloria"

24 comentarios:

Marina-Emer dijo...

veo que es un texto muy bien escrito pero yo no entiendo nada de politica...me alegra saludarte besos
Marina

Lydia Raquel Pistagnesi dijo...

Gracias Marina_Emer por tu comentario
Besos
Lydia

Zafferano dijo...

en fin, qué envidia ser dueño de tu tiempo...

Besos

Rosemildo Sales Furtado dijo...

Olá Lydia! O teu espaço continua muito bonito e sempre com belas postagens. O texto está muito bem escrito e muito bem coordenado. Gosto de saber sobre a vida de pessoas famosas.

Ah! Ainda falta o tradutor.

Beijos,

Furtado.

angela dijo...

Um soldado que menteve a doçura.
lindo.
beso

amor que soy dijo...

hay una vida tranquila en la que se respira algo que se parece a la felicidad

Lydia Raquel Pistagnesi dijo...

Zafferano, pienso que Duclos se referia a la libertad que existe en los paises en lo que no hay guerras, despuès del trabajo tu empleas tu tiempo en lo que quieres.
Besos
Lydia

Lydia Raquel Pistagnesi dijo...

Rosemildo, doblemente gracias por leer mi historia a pesar del idioma,
Desde Argentina un beso enorme de tu amiga
Lydia

Lydia Raquel Pistagnesi dijo...

Gracias querida Angela
En mi nuevo blog de regalos hay uno para tì
Lydia

Lydia Raquel Pistagnesi dijo...

Amor que soy, pienso que Duclos respiraba felicidad y alegria , toda la que le habia sido negada en sus años de guerra.
En mi nuevo blog hay un regalo para tì
Besos
Lydia

Ccasconm dijo...

Cuánta gente encontraría allí en tu tierra un nuevo hogar. Brazos abiertos, futuro, restañar heridas, esperanzas, nueva vida.

Un beso

Lydia Raquel Pistagnesi dijo...

Querida Carmencmbejar, Argentina es un inmenso territorio donde se escuentran todos los climas y todo tipo de suelo. Somos apenas 40.000.0000 de seres (Crisol de razas) que no entienden como, ante tanta riqueza haya mucha gente con hambre
Amiga en mi blog de caricias hay regalos para tì
Besos
Lydia

Ilargi Jaureguizuría dijo...

Mi querida amiga, ante todo pedirte disculpas por no haber pasado a visitarte antes, pero sabemos que dependemos de este mundo de internet que en ocasiones se resiste a funcionar bien.

En el blog dedicado A MIS PEQUEÑAS HADAS, puse una entrada con el cuento que dejaste para ellas. Gracias amiga muchas gracias por ese detalle tan importante y mas viniendo de tus letras, las cuales aprecio como se merecen CON GRANDEZA.

En cuanto a esta entrada que recién leo, que razón tienes, que con todas las riquezas que tu tierra posee haya personas con hambre.

He tenido la gran suerte de conocer vuestro SUR del cuál estoy enamorada, ya que como escaladora de grandes cimas, me apasiona vuestra cordillera.

Un abrazo en la distancia, pero no por eso más pequeño sino enormeeeeeeee y de gratitud hacia ti... Ilargi (Lunyta)

Lydia Raquel Pistagnesi dijo...

Luna en la Cima, gracias por poner en tu blog mi poema,. Yo tambièn trabajo con niños pequeños y me encanta escribir poemas y cuentos para ellos, mientras mi hermana Ana, que es artista plastica les dibuja en un enorme pizarròn , paso a paso lo que yo les cuento. Admiro tu blog, tiene luz y energia, te felicito amiga
Besos
Lydia

Anónimo dijo...

Sobrevivir a la gloria, tiene mucho mérito. Convivir con ella y que no te maneje a su antojo, es algo que no está al alcance de todos. Me gustó el texto. Un beso fuerte y gracias por seguir mi desván. Hasta pronto.

Lydia Raquel Pistagnesi dijo...

Gracias Alatrista por tu comentari, y tambien por viajar distancias para llegar a mi refugio
Besos
Lydia

Leonor Rodríguez Rodríguez dijo...

Te das cuenta, Lydia Raquel Pistagnesi, que muchas veces nuestro verdadero hogar está fuera de nuestro país.
Me ha gustado mucho el detalle de la rosa.
Gracias, mi amiga, por tus bellos e interesantes escritos.
Soy la de los sabados,una de la madrugada del día 23.-
Abrazos
Leonor

Lydia Raquel Pistagnesi dijo...

Querida Leo, la de los sabados, gracias por tu visita y tus palabras y espero te gustem los regalos de mi blog de Caricias
Besos
Lydia

Deray dijo...

Vengo de visitar el blog de A mis Pequeñas Haditas y me encontre tu cuento dedicado.Igual que le comente a Luna te digo que tu cuento es precioso.pase a saludarte.Un abrazo.

Lydia Raquel Pistagnesi dijo...

Luciernaga de luz , gracias querida amiga, ya paso por tu refugio y te dejo un poema para niños, desde hoy formas parte de este grupo que suma casi 600 amigos
Besos
Lydia

Maria Sangüesa dijo...

Estás escribiendo un buen documento histórico, con unas pinceladas de humanidad que desmitifican al personaje y lo acercan a lo cotidiano. Es decir, lo humanizas.
Besos.

Lydia Raquel Pistagnesi dijo...

Gracias Querida Marìa, para mì es una alegrìa sabrer que te gusta: Te cuento que estan preparando un Guiòn Cinematoràfico sobre esta novela, quizàs se realice una pelìcula, lo bueno de todo esto es que en la Facultad de la Provincia de San Luis,
(Argentina)la esàn usando para estudio
Besos
Lydia

Marisol Cragg de Mark dijo...

Siempre hay anécdotas por contar y condecoraciones por recibir...

Antoine de Saint-Exupéry pero, al final, murió en un accidente de aviación. Si él hubiera seguido a Maurice Duclos a la Argentina quizás no hubiera escrito nunca "El Principito".
Todo tiene un por qué... Pienso que
Maurice Duclos vivió a la sombra de nadie... hizo bien en haber buscado ser dueño de su propia vida...lejos de tanta crueldad incontrolable.
Saludos cordiales desde Berlín.

Lydia Raquel Pistagnesi dijo...

Marisol , creo que entendiste mal, Antoine viviò en Argentina antes del año 1945, solo era amigo de Maurice Duclos en èpocas infantiles y si muriò en un accidente de aviaciòn.
Te cuento que en los primeros tiempos que viviò en mi paìs, odiaba la llanura, despuès se enamorò de Buenos Aires. Eso es lo que le comentò a su amigo en una carta que Duclos guardaba en una cajita, de nacar.

Lydia Raquel Pistagnesi